miércoles, 21 de octubre de 2015

Los tatuajes más impresionantes


Así es como entra la aguja en tu piel a cámara super lenta

Los efectos secundarios que pueden ocasionar los tatuajes.






Los tatuajes es un arte que nunca pasa de moda y es cada vez más habitual recurrir a esta técnica para decorar nuestro cuerpo. Lo que muchas veces se pasa por alto es que los tatuajes ocasionan cambios en nuestro organismo, por lo que pueden tener algunos efectos secundarios. Si ya tienes algún tatuaje y te planteas hacerte otro o eres de las que está pensando en hacerse un tatuaje por primera vez, es importante que te informes bien de los posibles peligros de este “body art” y de las principales medidas para evitar problemas.


Tatuarse está de moda, y prueba de ello es que ya queda poca gente que no tenga un tatuaje. Los tatuajes son una manera de decorarse el cuerpo y son saludables siempre y cuando tengamos en cuenta sus riesgos y hagamos todo lo que esté en nuestra mano para prevenirlos.

Riesgos de los tatuajes 

A la hora de hacerse un tatuaje, hay algunos aspectos que hay que tener en cuenta. La tinta que se inyecta en nuestra piel puede provocar algunos efectos secundarios que podrán tener consecuencias desagradables si no tenemos cuidado.

 Las infecciones víricas son también comunes en las personas recién tatuadas. Las más habituales son las verrugas víricas y los herpes.

 Algunos elementos de los que se utilizan para conseguir las tintas que se inyectan pueden ocasionar alergia, con diversas consecuencias. Si has decidido hacerte un tatuaje en color, ten en cuenta que el color rojo es el color más problemático, ya que sus componentes, como el óxido de hierro y los pigmentos de madera de sándalo pueden ocasionar alergias severas.

Hay que tener en cuenta también que un tatuaje en la zona lumbar impide poner en el futuro la anestesia epidural, que es la que se emplea en los partos y en las operaciones en las que se necesita anestesia parcial en la mitad inferior del cuerpo.

Las personas hemofílicas, diabéticas y con enfermedades dermatológicas, así como todas las personas que tengan alguna enfermedad que retrase la cicatrización, no es recomendable que se tatúen.

Es importante ser consciente de todos estos posibles problemas antes de que sea tarde.
Una vez conocidos los riesgos, ya puedes tomar la decisión de una manera responsable para tu salud.
¿Cómo prevenirlos?
Los riesgos que entrañan los tatuajes se pueden prevenir con unas tomando unas sencillas medidas de precaución.

Es importante que el centro al que acudamos a realizarnos un tatuaje cumpla con todas las medidas sanitarias y de higiene. En caso contrario, podríamos contraer infecciones cutáneas e, incluso, enfermedades transmitidas por vía hematógena como el SIDA, la hepatitis B

Las alergias a algunos de los componentes que se emplean en los tatuajes no son extrañas, por lo que, si queremos evitar problemas, el centro en el que nos tatuamos puede realizarnos una prueba de alergia a esos elementos 48 horas antes de que nos haga el tatuaje.
Si sufres alguna dolencia crónica y no estás segura de si el tatuaje tendrá efectos nocivos en tus circunstancias, es recomendable que acudas a tu médico habitual y te informes sobre los riesgos que puede ocasionar.

Si conocemos todos los riesgos y hemos tomado todas las medidas para prevenirlos, podemos ir a realizarnos un tatuaje sin ningún miedo. Una vez informados solo queda elegir el diseño y la zona de nuestro cuerpo donde queremos tenerlo. Y, ya sabes, si te cansas de tu tatuaje, siempre puedes recurrir a eficaces tecnicas para eliminarlo.


jueves, 15 de octubre de 2015

El origen de los tatuajes




El mundo del tatuaje nos parece algo tan moderno que, posiblemente, no nos hayamos percatado del hecho de que este arte es realmente milenario y, quizás, uno de los primeros en conocerse en la Tierra. Pero no nos adelantemos, la historia del tatuaje es tan larga como fascinante.

El origen del arte corporal


 no se sabe con exactitud, ya que se cree que este arte era conocido por numerosas culturas alrededor del mundo, pero practicado de forma diferente. Se apunta a los hombres euroasiáticos del periodo Neolítico como los primeros "tatuadores", hace más 5 mil años, a juzgar por los restos encontrados a finales del siglo XX, en Siberia y el delta del Danubio.

A partir de entonces, se sabe que en Egipto, lugar del que provienen los pigmentos de henna (que se convertiría también en un fenómeno en el sur de la India), las mujeres eran tatuadas para representar su estatus social y muchos momias eran marcadas.

Al mismo tiempo, la cultura celta y germánica utilizaban el arte del tatuaje con fines bélicos; los japoneses tatuaban figuritas de barro que acompañaban a los difuntos en su camino al paraíso, y los aztecas tatuaban especialmente a los niños con tal de rendir tributo a dioses como Quauhtli.






Muerte y resurrección del tatuaje

Como sucede con otras muchas formas de expresión, el catolicismo y la férrea mentalidad de la Edad Media llegó a prohibir los tatuajes, concebidos como una mutilación al cuerpo heredado por Dios. Esta condena  fue seguida también durante el período de colonización que precederían a este oscuro tramo, en el siglo XV.
Al llegar a las islas de la Polinesia o el Nuevo Mundo, los colonizadores europeos fueron exterminando este arte de las pieles nativas, si bien, en 1771,el esplorador Tomas Clook exportó el arte a la alta sociedad occidental, simbolizando un nuevo movimiento en el mundo del tatuaje.







Los marineros fomentaron la cultura del tatuaje extraída de exóticas tierras como Gabón y Nueva Guinea, cuyas tribus practicaban el tatuaje, o la islas polinesias de Samoa o Tahití donde posiblemente encontramos la influencia más directa de los tatuajes actuales.

De hecho, la palabra tatuar procede del vocablo tatau, el cual significa "marcar algo". Se cree que los polinesios o maoríes lucían tatuajes con fines ceremoniosos, religiosos y bélicos, si bien estos también exportarían su arte hasta los actuales Estados Unidos antes de la colonización.

A partir de entonces comenzó a existir una concepción diferente del tatuaje en Occidente. El primer tatuador oficial conocido en Occidente fue Martin Hilderbrandt, el tatuador oficial de los bandos de la Guerra Civil Americana. A partir de entonces los tatuajes eran lucidos por bohemios de los bajos fondos y artistas circenses,  permaneciendo dormido para el gran público hasta los años 70.

A partir de esta década, impulsado por el movimiento hippy y una particular revolución de la libertad de expresión, el tatuaje volvió a aparecer en Occidente hasta convertirse en el fenómeno que sigue siendo hoy día.



Los órigenes e historias del tatuaje


Se remontan incluso 12 mil años atrás, aunque los primeros restos daten de hace 5 mil años. Un arte practicado por diferentes culturas, castigado durante ciertos períodos (casualmente de fuerte religiosidad) y rescatado de tierras exóticas hasta prevalecer en pleno siglo XXI. Y es que el tatuaje actual es el perfecto resultado de su propia historia.


Tatuajes de hace mas de 30 años.

Los tatuajes antes de que existiesen las maquinas se hacian con una aguja y tinta china.
























Problemas probocados por los tatuages

 La asociación entre tatuajes y delincuencia provinó también de aquí, los marineros, gente que menudo se embarcaba durante largos períodos de tiempo para evitar a la justicía, fue fomentando esta asociación. 


Los tatuajes permanecieron en letargo hasta que resurgieron con los hippies en los años 60 y 70, estos adoptaron el tatuaje y lo elevaron a la categoría de arte, abandonando los motivos marineros y realizandose grandes diseños muy coloristas, acorde con la época. Esto hizo salir el tatuaje de los puertos y empezó una primera popularización del tatuaje.